15/3/12

Terremoto

Después de 6 meses en Japón, ayer sentí mi primer terremoto.

Estaba yo tan tranquilo en el laboratorio cuando noto que algo se está moviendo, como si fuese en un coche o en un barco. Me sorprendió que el movimiento no fuese nada brusco, sino que parecía como si estuviesen "meciendo" el del edificio. Duró poco, pero seguí notando algo raro en mi cabeza hasta medio minuto después. Y los japoneses, que estaban hablando tan tranquilos, dicen: "Anda, un terremoto", y siguen hablando tan panchos (como nosotros diríamos: "Anda, si está lloviendo").

Enseguida, por twitter no se hablaba de otra cosa, y había quien se asustó de verdad. Una amiga vive en un décimo, y por lo visto su casa estuvo temblando cerca de un minuto, y hoy otra chica me ha dicho que lo sintió más fuerte que el gran terremoto del año pasado. Mi laboratorio está en un edificio muy nuevo, y entre que estaba en la 1ª planta, y que si estiro el brazo puedo tocar las cruces de San Andrés del edificio (para los no arquitectos o ingenieros, son tirantes que "atan" la estructura del edificio y absorben los esfuerzos que se generan en un terremoto), se ve que por eso lo noté tan poco.

Poco a poco fue saliendo más información por Internet: el terremoto fue de 6,8 grados, muy cerca de Hokkaido. Hubieron varias réplicas por todo Japón de menor intensidad, pero también por encima de 5. Para que os hagáis a la idea, el terremoto de Lorca del año pasado fue de 5,1 grados. Y por si no lo sabéis, la escala de Ritcher mide energía liberada, y su escala es logarítmica, lo que significa que 6 no es el doble de 3, sino mucho más. Por ejemplo, un terremoto de 5,0 grados (como el de Lorca) equivaldría a 200 toneladas de dinamita, frente a las 200.000 toneladas que supondría uno de 7,0 grados (como el de ayer). Pese a eso, las consecuencias fueron mínimas: ni daños materiales ni personales, y aunque hubo un aviso de tsunami acabó siendo de solo 20 cm.


Estos días, a parte de follones de papeleo, documentos para la universidad, la búsqueda de prácticas en Tokio y reservas de aviones y hoteles, estoy aprovechando para quedar todo lo que puedo con mis amigos antes de irme. Estoy cenando fuera casi a diario (llevo tres días seguidos cenando sushi, porque ya me han advertido que los que prueban el sushi de Hokkaido, con el mejor pescado de Japón, les cuesta volver a disfrutar del sushi al volver a Tokio u Osaka). También he estado pesando equipaje, y voy a mandar algún paquete a España con cosas que no voy a necesitar, pero no voy a tener ningún problema para facturar.

A ver si termino pronto las gestiones, y puedo contar por encima en la próxima entrada la ruta de mi viaje de la semana que viene. ¡Que esto se me acaba ya!

12/3/12

Jubilaciones, despedidas y preparativos

Aquí estoy de nuevo. Voy a escribir esta entrada muy rápidamente que no os quejéis de teneros desinformados, pero tengo muchísimo que hacer. ¡¡Que me voy de Sapporo el miércoles que viene!!

Las fiestas de jubilación de los profesores fueron una pasada. Yo era el único extranjero, y muchísima gente se me acercaba y me preguntaba sin más de donde venía y nos quedábamos charlando un rato (con algunos en japonés, con otros en inglés). Conocí a muchísima gente, y pude practicar el japonés como nunca. En especial, la gente más interesante que conocí fueron otros estudiantes de intercambio, que habían vuelto a Japón solo para la fiesta, entre ellos Yonemoto-san, el estudiante que está este año en Valencia.

La entrada estuvo así durante más de media hora, y la gente no podía ni entrar. ¡Más gente que en cualquier boda!

Lo que más me llamó la atención fue comprobar de nuevo lo marcada que está la jerarquía en esta sociedad. Dos profesores del laboratorio de jubilaban a la vez, pero todos los preparativos estos meses habían ido dirigidos a uno de ellos. Su fiesta fue por todo lo alto, con 300 invitados, todos en traje de chaqueta, en un antiguo edificio muy simbólico de los estudios del profesor, con regalos carísimos y la comida un verdadero manjar.

Regalo a Kado-sensei por parte de un museo. Me dijeron que cada ristra de flores cuesta unos 100€....

Eso fue el viernes. Pues al día siguiente, se celebró la jubilación del otro profesor, en un edificio de la universidad, todo más familiar (no por ello peor), pero claramente se notaba la diferencia. Cuando pregunté, me dijeron que uno tenía más títulos que el otro (en plan doctorado vs. post-doctorado). No sé, lo entiendo, pero creo que en España lo habríamos hecho de otra forma: o las dos fiestas juntas, o separadas al menos una semana, o al menos la fiesta "pequeña" primero, no con la resaca de la anterior....

Otra cosa interesante es como dividen la fiesta en un montón de celebraciones. En vez de hacer todo en el mismo sitio, se divide en etapas: primero se hace un acto en al universidad, luego una cena muy rápida en otro edificio (la fiesta en sí), luego un brindis de despedida en otro lugar (al que alguna gente ya no va), luego de va a beber y a comer a otro sitio (al que solo fuimos los jóvenes y algún profesor) y hubieron algunos que llegaron a ir a otro sitio más a beber...

En una de las 'etapas', como es normal cuando hay grandes grupos en los que no todo el mundo se conoce, cada uno se presentó, dijo algo "gracioso" e hizo beber a alguien con quien tenía algo en común. La verdad es que el humor es muy diferente, y muchos de sus chistes me parecían simples. Cuando me tocó a mí, dije en japonés algo así como que no entendía por qué todo el mundo sabía que era "guiri" antes de abrir la boca, que si tanto se me notaba en la cara... hubo alguna risa de esa de compromiso, y poco más. En general, nunca funciona la ironía para contar chistes en Japón, y mira que nos gusta es España. ¡Ah! E hice beber a uno de los dos japoneses que entendían español, porque el otro estaba durmiendo (sí, sentado en el suelo y apoyado en la mesa del bar...)

También hicimos una fiesta de despedida con la gente del laboratorio, el miércoles pasado, porque aunque yo me voy la semana que viene, otro chico, Jinno-san, se iba al día siguiente a Tokyo, así que era mejor celebrarlo juntos. Además, de esta manera, pudieron venir los estudiantes de intercambio, antes de volverse a Europa. La verdad es que lo pasé muy bien, pero el pequeño discursillo que teníamos que dar no me salió demasiado bien... entre los pequeños nervios de tener que hablar en japonés y las 5 cañas que llevaba en el cuerpo, se me olvidaron algunas palabras que quería decir... pero bueno, por suerte todo el mundo es siempre muy comprensivo conmigo.

Mis regalos de despedida... ¡Ay que penita me da irme!

Me dieron una tarjeta con una dedicatoria de cada uno, que me hizo mucha ilusión, y los profesores me hicieron algunos regalos de despedida. En concreto, me encantó el de Ozawa-sensei, que fue un libro de fotografía de un japonés muy famoso, incluso con anotaciones originales del hombre (el que veis con los girasoles).

A la vez, ya me estoy despidiendo de mucha gente, y quedando con muchos otros para vernos "por última vez" algún día de esta semana, aunque siempre queda la esperanza de volver a coincidir en algún lugar del mundo.

El 21 de marzo dejo la residencia y vuelo para Nagoya. Desde allí, tengo planeados varios viajes, y voy a intentar trabajar en algún estudio antes de volver. Estoy terminando de actualizar el 'portfolio' y el curriculum y esta noche empiezo a mandarlo a algunos estudios sin falta. Si no lo consigo, ya iré bajando el listón poco a poco, a estudios que me interesan menos, pero me siento muy optimista y creo que voy a tener suerte... ya iré contando.

Por cierto, siempre se me olvida contar que he subido bastante de peso, unos 6 o 7 kilos desde que llegué... comiendo platos de casi 1500 kcal en la universidad no me extraña, la verdad...

2/3/12

Derrota absoluta

Ya han salido los resultados de aquel concurso. No hemos ganado nada, ni tan siquiera una mención o un puesto entre los finalistas... pero bueno, la experiencia ha sido muy buena, y no me arrepiento para nada. Y bueno, ya habría sido mucha suerte ganar el primer concurso al que me presento, ¿no?

Aquí lo dejo para que lo veáis. Si lo queréis descargar en PDF, a resolución completa, podéis hacerlo aquí. Está en el servidor de la UPV, así que el archivo estará disponible solo hasta el 21 de marzo.


Nada más por hoy. Me voy a la ducha y a vestirme para la gran fiesta. ¡Hasta la próxima entrada!