Hola de nuevo. Siento no haber podido escribir estos días, pero siempre he llegado al hotel destrozado. Casi todo el tiempo lo he dedicado a visitar cosas pendientes, sobre todo arquitectura contemporánea, y he tenido que andar muchísimo. No os imagináis cuanto, (ya os contaré cuando os hable de Kyoto). Y claro, llegaba al hotel muerto.... Así que hago un pequeño resumen de algunas de las visitas de estos días.
ALREDEDORES DE OSAKA
-Iglesia de la luz. Tadao Ando
Sin duda, lo mejor del viaje: la impresionante iglesia minimalista de hormigón armado del gran Ando. Es un edificio situado en un pequeño barrio a las afueras de la ciudad, y si no vas buscándola, casi que pasa desapercibida. Eso hace que, una vez que entres, por mucho que todos tengamos grabada en la cabeza la imagen que nos espera, no deja de sorprender.
El efecto de la luz es mucho más poderoso que lo que pueda capturar cualquier foto, y hay muchos matices en el edificio, en cuanto a circulaciones, modulación pese al desnivel... es una de esas obras que merecería la pena irse a medir un par de día y redibujar entera, por supuesto incluyendo marcas de encofrado.
Personalmente, creo que es la mejor obra de Ando, y después de esto, el resto de sus edificios que he visitado acaban siendo simplemente mediocres. Y bueno, a los no arquitectos que me leéis, creo que las fotos hablan por sí solas...
OSAKA
-Vivienda en Nipponbashi. Waro Kishi
Esta obra, en realidad, no es algo que uno vaya expresamente a visitar. Pero para mí, tiene un valor simbólico enorme. Esta vivienda la analicé para una asignatura (la redibujé a nivel de detalle) y aprendí muchísimo de la "otra" arquitectura japonesa. En ese momento conocía a Ando, y ya hacía unos meses que estaba estudiando japonés, pero descubrí el valor de la pequeña arquitectura, casi anónima (la mayoría de mis compañeros de laboratorio no conocían el proyecto), pero tan frecuente en este país. Aunque, como digo, la chispa de Japón ya estaba encendida, este edificio fue definitivo para decidirme venir a Japón.
Me costó mucho encontrarla en Google Maps, pero en realidad cuando la encontré resultó ser fácil de llegar. Siento la mala calidad de la foto, pero esa farola hizo imposible sacar algo mejor... igual, como está relativamente cerca de la estación de tren para ir al aeropuerto, me acerco mañana por la mañana a verla de día.
-Museo de Arte Nacional. César Pelli
Obra de esas llamativas, que gustan a todo el mundo, pero muy desconocida (no aparecía en mi guía, de 2009). Muy difícil de llegar y una exposición muy pequeña, pero tener la foto desde fuera "mola" (el interior era más normalito).
-Shitenno-ji
Este es el templo más importante de Osaka. Me gustó mucho el jardín zen, de grava rastrillada, pero los edificios, más de lo mismo. Además, como era domingo, utilizaban el recinto del complejo para montar un mercadillo "cutrón", y me dio mucha rabia que no respetasen el carácter sagrado que, creo yo, debería tener un sitio así.
-Torre Hitachi
Esta torre "retro" está en un barrio aún más retro, recuerdo de lo que fue Osaka hace 20 años, antes de la Gran Recesión del país. Es la típica zona con centros de ocio cerrados, y los que quedan abiertos decadentes. Además, vi los primeros sin-techo de Japón, y no sé si por la falta de costumbre pero me impactó muchísimo.
-Edificio de Zara. Tadasu Ooe
Junto al hotel, a un cruce de distancia, está algo así como la Quinta Avenida de NYC o la Roppongi de Tokyo: la calle de marcas caras, a las que no se atreve uno ni a entrar por si te cobran... eso sí, los edificios, sin ser obras maestras, suelen tener su aquel. A mi, el que más de ha gustado, aunque no sea exactamente de esa calle (ni de esa "categoría") es el que yo digo que es de Zara, pero en realidad solo ocupa las 5 o 6 primeras plantas. De noche, es impresionante.
KOBE
-Complejo residencial Rokko. Tadao Ando
Mira que he visto veces este proyecto y he pensado: "Vaya mamotreto... no se integra nada en la colina". Me parecía una de las peores obras de Ando. Pero de todas formas, decidí ir, y tras un laberinto de trenes y un buen paseo, llegué. Sin duda, la percepción que tengo ahora es la opuesta: al ver el entorno, un barrio construido en la ladera, en la que los edificios se levantan con forma de altas "pastillas", en una intenta lucha por ser el más alto para conquistar las vistas (desde la ladera se ve el puerto de Kobe, y eso que esta mañana estaba nevando allí arriba...), el edificio de Ando acaba por no llamar la atención a menos que lo veas de forma aislada, como vemos en las revistas/libros.

Cuando ves el edificio de Ando, y lo analizas, te das cuenta que en realidad la operación es la opuesta: pegarse a la ladera, retranqueándose, intentando adaptarse al desnivel en vez de dominarlo, y a su vez aprovechando la operación para generar unas terrazas previas a las viviendas con vistas privilegiadas y un gran espacio exterior pese a la alta densidad de las viviendas. Así que, públicamente, pido perdón por haber dudado de usted, señor Ando.
-Museo Prefectural de Arte. Tadao Ando
Este edificio es "Museo Ando" al 100%. Sus museos suelen ser una serie de pastillas sencillas, que albergan las colecciones, con una interesante comunicación vertical en la que se juega con las múltiples alturas, secuencias de espacios y por supuesto la luz. El exterior, se aprovecha para crear una complejidad espacial, que potencia el entorno que le rodea, y en el que las transiciones entre distintos espacios se produce siempre de una forma controlada. Además, hay una exposición con maquetas de los proyectos de la zona, hechas por el propio Ando.
Por criticarlo un poco, ya puestos, diré que eso está muy bien en edificios que vayan a ser usados intensamente, pero no uno en las afueras de una pequeña ciudad portuaria, en el que yo era el único visitante en ese momento, y cuyos recorridos de riqueza espacial se transforman en laberintos con cadenas y ascensores desactivados por la baja densidad de uso.
Por cierto, los que hayáis visto Four Rooms, reconoceréis de inmediato la relación con esta imagen, que estaba en el museo (y los demás, no sé a qué estáis esperando para verla...). No es nuevo lo mucho que Tarantino bebe del arte japonés, en todos sus sentidos, y esta conexión estoy seguro que no es casual. Tendré que volver a ver su parte de la película para recordar si hace alguna referencia (sé que habla de una película estadounidense, pero no sé si también nombra esto).
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Y bueno, pensaba contar también la visita a Nara y, de nuevo, a Kyoto, pero voy a ducharme y prepararme para mañana que tengo que dejar pronto el hotel y coger el vuelo de vuelta, que tardaré en llegar al aeropuerto. Como no es mucho, intentaré escribir mañana por la noche, pero no prometo nada (a la mañana siguiente tengo reunión con Sakai-sensei, me pidió unos cambios en la presentación que le llevé el otro día, y claro, no he podido tocarlo).
Además, el lunes y el miércoles tengo exposiciones públicas, tengo que ponerme al día con las clases de japonés, contestar mil correos que se me han acumulado, y por si fuera poco, el sábado hay plan para ir a esquiar y el domingo fiesta pos-navideña, ya que entre una cosa y otra no pudimos quedar ese grupo de amigos en Navidad. No sé cuándo voy a dormir.....